Blogia
RICARDO BROWN

CON CHAVEZ EN MIRAFLORES

Había poca gente frente al portón del Palacio de Miraflores cuando llegamos el camarógrafo Carlos Calvo y yo. Hugo Chávez aún hablaba en el Congreso. Lo escuché en el radio portátil que llevaba conmigo cuando dijo, “Juro sobre esta constitución moribunda.” Pensaba que la mejor oportunidad para hablar con Chávez sería cuando llegara a Miraflores. Chávez terminó su discurso en el Congreso y supe por el radio que comenzó su caminata hacia Miraflores. A medida que caminaba, se le iban uniendo sus partidarios. La multitud frente a Miraflores también crecía. En su mayoría era gente humilde, que había bajado de los barrios en los cerros que rodean a Caracas. Ya había cientos de personas allí cuando escuche el grito de “ Ahí viene!  Viva la Revolución Bolivariana! ”A lo lejos ví a Chávez seguido de una muchedumbre. Yo tenía en mis manos un micrófono inalámbrico. Carlos tenía su cámara lista. Chávez se aproximaba  y la gente que me rodeaba se agitaba más. Carlos y yo pudimos acercarnos a Chávez. Le grité:“Señor Presidente, quisiéramos  hablar con usted! Chávez me contestó que sí, pero ya era ensordecedora la gritería de sus partidarios. Nos empujaban de un lado a otro. La ola humana se llevó a Carlos,  que estaba detrás de mí. Chávez me agarró por un brazo. Me sorprendió su fuerza descomunal. Yo le gritaba preguntas, pensando que Carlos, aunque fuera de lejos y en medio de la multitud nos filmaba. Chávez me respondía. Pero no nos podíamos entender debido al ruido de la muchedumbre, que nos arrastraba de un lado a otro. Era un diálogo a gritos entre sordos. Me cruzó la mente que alguien podía atentar contra Chávez en ese momento.. Sus escoltas no podían controlar a la muchedumbre. Chávez no me soltaba. Su mano era como una tenaza sobre mi brazo izquierdo. De pronto se abrió el portón de Miraflores. La ola humana nos empujo hacia adentro. Al entrar a los terrenos de Miraflores, Chávez me soltó. Sus escoltas lo llevaron dentro del edificio. No lo vi más. Poco después Carlos me dijo que había tenido la cámara encendida todo el tiempo, pero que probablemente no podía usarse lo que grabó. Cuando regresamos al hotel y vimos el material constatamos que había sido así.Yo había cubierto el fallido golpe de estado de Chávez años antes. Ahora, había entrado con él a Miraflores en una suerte de exclusiva, pero me había quedado sin entrevista. Más tarde me di cuenta del moratón que tenía en el brazo.       

0 comentarios