Los Cubanólogos y los viejos metiches y dominantes. (4 de agosto/09)
La situación de Cuba puede analizarse de muchas formas.
Los “Cubanólogos” se pasan la vida haciéndolo.
Ahora mismo, hace solo unos días, hubo una gran reunión en Miami de “Cubanólogos”
Por cierto, ¿se escribirá así, con mayúscula?
¿O será “cubanólogos,” con minúscula?
Who cares. Whatever.
Sea como fuere, vinieron a Miami estos eruditos especialistas en el tema de Cuba, de muchas universidades y “think tanks,” de Estados Unidos y hasta del extranjero.
Yo no le presté mucha atención a esa reunión.
A mi me parece que la mayoría de estos “Cubanólogos” no sabe un carajo de lo que ocurre en Cuba.
Llevan cincuenta años analizando el tema y no acaban de pegar una.
A mi me parece que, más que “Cubanólogos,” muchas de estas personas son “comemierdólogos.”
Esa palabra sí que estoy seguro que se escribe con minúscula.
Yo, con el paso de los años, me vuelvo cada vez más simplista.
Trato de enfocar las cosas con claridad, sin mucho rodeo ni lenguaje rebuscado.
Y me parece que más allá de analizar el tema de Cuba desde una perspectiva académica como hacen los “Cubanólogos,” es mejor ir al grano y ver lo que nos pasa a los cubanos desde hace más de medio siglo de una manera más sencilla.
O simplista, si quieren.
A mi me parece que nuestro gran problema es que hace cincuenta años se robaron nuestro país -o quizá le permitimos que se lo robaran- una gentuza de esa que se quiere meter en todo y quiere imponerse sobre los demás a toda costa.
Los viejos sinvergüenzas que mandan en Cuba son, sobre todas las cosas, unos “control freaks.”
Unos ancianos dominantes que quieren controlarlo todo.
Miren las noticias de estos últimos días.
El borrachón Raúl Castro dice que no “lo eligieron” para traer de regreso el capitalismo a Cuba.
Yo quisiera saber quien eligió a ese viejo desagradable y feo, con esa voz aguardentosa y esos uniformes ridículos que se pone.
¿No han visto las gorras baratas esas que se pone Rául que se parecen a las que venden por dos pesos en los Seven Eleven?
¿Quién votaría por un tipo tan antipático como ese?
Raúl es un pujo que jamás ganaría unas elecciones libres ni para concejal del pueblo más pequeño de Cuba.
Pero él dice que lo “eligieron,” porque los demás viejos sinvergüenzas y gúatacones del Comité Central o de no sé que otro organismo del partido o el gobierno levantaron la mano cuando les ordenaron que tenían que aprobar su sucesión en el mando después de que Fidel se enfermara.
Pero regresando al tema de lo metidos en todo que son estos viejos, lo único que hay que ver es como acusaron al Dr. Darsi Ferrer de tener dos bolsas de cemento en su casa.
Cuando el país está en ruinas, hay apagones, falta “jama,” el transporte es un desastre, la gente vive hacinada en casas que están a punto de derrumbarse y la juventud solo ansía largarse a otro lugar, ¿qué carajo le importa a nadie que Ferrer tenga bolsas de cemento, o de fango, o de ropa sucia en su casa?
Ah, pero es que los viejos dominantes tienen que meterse en todo.
Controlarlo todo.
Y hay otra noticia que llama la atención.
El régimen castrista le acaba de prorrogar a la Doctora Hilda Molina el permiso para estar fuera de Cuba otros treinta días.
¿Se imaginan eso?
Hay que pedir permiso para salir de Cuba si vives allá.
A la Doctora Molina se lo negaron por quince años.
Finalmente le dijeron que podía viajar a la Argentina para visitar a su hijo, su nuera y sus nietos.
Entonces esta señora tiene que pedir permiso cada 30 días para poder permanecer en Argentina con derecho a regresar a Cuba.
Ah, porque esa es otra cosa.
Si estás fuera de Cuba, tienes que pedirle permiso a esos viejos sinvergüenzas para poder regresar a tu país.
¿No es eso un perfecto ejemplo, entre muchos más, de que esos viejos degenerados que mandan en Cuba son unos “control freaks”?
A mi no me hace falta escuchar las teorías de los “Cubanólogos.”
Para mi, la cosa es bastante simple.
Fidel, Raúl, Almeida, Ramiro, Guillermo García, el Gallego Fernández, Casas Regueiro, Colomé Ibarra y los demás son unos viejos controladores de mierda.
La situación en Cuba es como vivir en un condominio rodeado de unos vecinos chismosos, dominantes y enredadores que se han apoderado de la Asociación de Dueños y te quieren decir a que hora te puedes bañar en la piscina, prohibir los niños y perros, prohibirte que escuches música y estar vigilando quien te visita.
La gran diferencia es que las Asociaciones de Condominios no te pueden fusilar ni meter preso como es el caso de los viejos sinvergüenzas que mandan en Cuba.
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