El peligro para Insulza es que si sigue como va, revienta. (4 de julio/09)
Quizá sea que tengo el Mal de Alzheimer. Sería prematuro, porque la verdad es que no soy tan viejo. Pero he llegado a la conclusión de que no hay nada serio en la política internacional, nacional ni local. Y no hay nada serio tampoco en el periodismo. Así que como yo soy el menos serio y el más insignificante de todos los periodistas, me lanzo por la calle del medio. Lo veo todo como un relajo y así lo voy a describir y comentar.
Que no se ofenda nadie que lea esto. Tengan tolerancia, compresión, compasión, por mi confuso estado mental. Ya les dije que sospecho que he perdido la razón. O a lo mejor es que estoy borracho o drogado, aunque no bebo mucho y no consumo estupefacientes. Sé que algo me pasa porque estas cosas que estoy viendo no se ajustan a la realidad que yo reconocía hasta hace poco tiempo. O quizá es que el mundo siempre fue alucinante y yo no me daba cuenta y es ahora que llego a descubrir la verdad.
Sea como fuere, me divierte mucho esto de poder tirarlo todo al relajo.
Me alegra mucho que este Señor Insulza, el Secretario General de la Oea, haya ido a Honduras y lo hayan mandado al carajo. No sé que otra cosa esperaba este viejo descarado a quien urge ponerse a dieta lo más pronto posible. Ha aumentado al menos 50 libras desde que vive en Washington. Si sigue como va, reventará. Es una vergüenza tener un Secretario de la Oea como Insulza. La Oea no sirve para nada y la mayoría de sus Secretarios Generales han sido unos cabrones. Pero lo de Insulza no tiene precedente. El argentino Alejandro Orfila, a quien recuerdo de mis tiempos en Washington, era un vive-bien que lo único que hacia era fiestar. Le gustaban mucho el buen vino y la alta cocina francesa, como a Insulza. Pero, caramba, Orfila montaba a caballo y creo que jugaba tenis y hand ball. Orfila se mantenía en "shape." Insulza lo único que hace es tragar y no mueve un músculo. Parece un globo. Imagínense ustedes que pasaría si Insulza se monta encima de un caballo como hacía Orfila. Le parte el lomo al pobre animal..
Joao Baena Soares, a quien también conocí, era tragón como Orfila e Insulza. Pero era muy amable y simpático, como la mayoría de la gente brasileña. La verdad es que no tengo nada malo que decir de Baena Soares. Ya quisiera Insulza ser como Baena Soares.
César Gaviria fue insoportable como Secretario General de la Oea. Tuve que lidiar con él bastante por el tema de Haití. Gaviria era detestado por los empleados de la Oea. Decían que era prepotente. Muy déspota en la forma en que trataba al personal de la Oea. Decían también que era mariquita. Yo no si eso es así, y la verdad es que no me interesa meterme en las preferencias sexuales del Sr. Gaviria. Eso es asunto de él. Quizá los empleados de la Oea decían eso porque lo detestaban y, como es un tipo un poco amanerado, le inventaron que es gay. De todas formas, a estas alturas a nadie debe importarle que una persona sea gay. Yo, personalmente, no me meto en lo que hace la gente en la cama. Pero, como ya lo veo todo como un relajo, no puedo resistir contarles que Gaviria como Secretario General de la Oea se rodeó siempre de unos asistentes jóvenes –hombres todos- muy bien parecidos. Los empleados le decían a esos jóvenes “el harén de la Loca Gaviria.”
Una vez, cuando yo estaba cubriendo los sucesos después del golpe de estado contra el Presidente Aristide en Haití, Gaviria llego a Puerto Príncipe con su séquito de ayudantes jóvenes. Se quedaron todos juntos en un suite del Hotel Montana, que es donde me hospedaba yo. Mi productora de entonces jura que los empleados del hotel le contaron que vieron mucho desorden cuando limpiaron el suite los dos días que estuvieron Gaviria y sus ayudantes allí. Pero bueno, esa productora es un poco jodedora. No voy a decir su nombre, porque la quiero mucho y no me gustaría perjudicarla. Aunque a ella probablemente le importe un carajo. Ya lo dije. Es una jodedora.
Pero regreso al tema, que es que la Oea es un chiste y sus Secretarios Generales no han sido nada serios. Pero lo de Insulza es único. Es un tipo ambicioso que le gusta la buena vida. No pudo llegar a la presidencia de Chile, que era su máximo anhelo, porque es un huevón, sin carisma, ni ideas, ni discurso, ni historial, ni porte, ni seriedad. Pero se buscó la forma de que lo eligieran jefe de la Oea, con el apoyo de Chávez y comparsa.
Y allí en Washington gana tremendo sueldo sin que tenga que pagar impuestos, vive de gratis en tremenda casa, come y bebe de gratis, tiene todo un ejército de criados, y se la pasa viajando en primera clase o en vuelos privados, de cumbre en cumbre, o haciéndose el que va a resolver una crisis, como es el caso de este viaje a Honduras.
A mi no me sorprende que quienes dan las órdenes en estos momentos en Honduras mandaron al carajo a Insulza. A Insulza probablemente tampoco le sorprende y no le importa. Lo único que le interesaba a Insulza de ese viaje a Honduras es que no le fueran a pegar o hacer pasar un mal rato. Y, como no fue con el depuesto Presidente Zelaya, como habían dicho que iba a pasar, estaba garantizado que los nuevos mandamases hondureños no se iban a buscar un lío maltratando físicamente a Insulza. Lo único que si se sabía que ocurriría es que le dirían a Insulza que se metiera sus amenazas y exigencias por el trasero. Pero a Insulza no le importan mucho esas cosas. Chávez le ha dicho horrores, de pendejo para arriba. Y cada vez que se ven, Insulza le menea el rabo a Chávez. Los Hermanos Castro le dijeron que no estaban interesados en regresar a la Oea, que, según dijeron es una inmundicia, y a Insulza no le importó. Fue el artífice de que levantaran la expusión del régimen castrista de la Oea.
A Insulza lo que le interesa es seguir viviendo bien en Washington sin que le cueste un centavo.
Tiene muy bien definido su plan de vida. No importa que Chávez lo humille. No importa que los Castro se burlen de él. No importa que los mandamases nuevos de Honduras lo tiren a mierda. Mientras le sirvan buenos platos y copas del mejor vino, Insulza está contento. Es el típico glotón. Con las agravantes de que es cínico y no tiene dignidad.
En otro momento de mi vida a mi me hubiera dado cierta repugnancia el comportamiento de Insulza. Ahora, mas que todo, me causa gracia cada vez que lo veo en una foto o en televisión. Me apuesto que si dura mucho como jefe de la Oea, Insulza llegará a pesar 400 libras. Ya casi parece un luchador de Sumo.
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