CAMBIO DE GUARDIA (5 de noviembre/08)
Barack Obama es un tipo con clase. Lo mostró anoche. Aceptó su victoria con magnanimidad. Tuvo palabras generosas para su rival derrotado. Expresó agradecimiento a quienes le ayudaron a ganar la presidencia. Hablo con emoción de su familia. Su esposa, sus hijas, su abuela materna que falleció solo horas antes de su gran triunfo.Me impresiona que no hubo triunfalismo en lo que dijo. Pero tampoco hubo humildad falsa. Obama sabe que su victoria marca un antes y después en la historia de Estados Unidos. Pero reconoce los grandes desafíos, la gran responsabilidad, que tiene por delante.
Mientras miraba en televisión el discurso de Obama pensaba en los amigos afro americanos que he tenido a lo largo de mi vida. Estoy seguro que para todos ellos este es un momento especial. Me alegré mucho por ellos. Yo llegué a Estados Unidos muy de niño. Llegué a un país donde los negros eran oprimidos, humillados, discriminados, marginados. Siempre rechacé el racismo. Siempre me identifiqué con la lucha por los derechos civiles.
No sé si con la victoria de Obama se sepulta el racismo en este país. Pero me parece que habla mucho de la grandeza de Estados Unidos que un afro americano llegue a la Casa Blanca. Habla mucho, por supuesto, de Obama. No sé como le irá como presidente. Pero el mero hecho de haber ganado las elecciones es impresionante. Dentro del Partido Demócrata derrotó a la poderosa maquinaria política de los Clinton. Y en las elecciones generales, venció no solo a un adversario republicano formidable. Superó también los virulentos ataques que se lanzaron contra él poniendo en tela de juicio su lealtad a Estados Unidos, sus creencias religiosas, su integridad. No perdió los estribos. No se amargó.
Quiero decir también que anoche, al aceptar su derrota, JohnMcCain también mostró grandeza. Pienso que pronunció el mejor discurso de su vida pública. Fue conciliatorio, generoso en su felicitación al rival que le propinó una aplastante derrota en el invierno de una larga vida llena de decoro y servicio al país.
Yo siempre miro a la política y a los políticos con escepticismo. No me convencen. Pero admiro a la gente con dignidad, clase, generosidad de espíritu. A todos en esta travesía que se llama la vida, a veces nos toca ganar y a veces perder. Los grandes hombres y mujeres saben aceptar una cosa y la otra. Obama y Mc Cain lo hicieron bien anoche. No sé que les depara el futuro a ellos, al país, a todos nosotros. Ojalá nos vaya bien. Pero anoche, Obama y McCain se lucieron. Yo casi nunca hablo bien de los políticos. Pero sentí que tenía que escribir esto.
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