Blogia
RICARDO BROWN

Me lo dijo Pepe, el balsero. Sábado 30 de julio/16

Uno aprende de los libros, pero aprende más de la gente. Hay que leer, pero hay que escuchar. Hace días hablé con alguien que me dijo cosas tan interesantes como cualquier lectura de  Cortázar, Faulkner, Montaigne o Platón, o quien ustedes quieran. Más o menos, esto es lo que me dijo Pepe, un joven balsero cubano:

“¿De qué sirven todas esas consignas de defensa de plaza sitiada que gritan con voz temblorosa y agitando los brazos unas personas muy mayores, de qué vale  todo ese drama, toda esa picuencia, y todas esas canciones con letras rebuscadas que tuve que escuchar desde niño,  y las marchas y los estribillos y la gente apretando el puño y soltando alaridos como unos mandriles, sí me tuve que lanzar al mar para buscar otra cosa? Y es verdad que acá estoy viviendo en un “efficiency” muy apretado y que me cae mal la dueña, que me parece tan chismosa y dominante como la jefa del Comité de Defensa de la Revolución de mi cuadra allá en Luyanó. Para mi que son hermanas o primas estas señoras. Pero la diferencia es que acá no tengo miedo que el techo del “efficiency” se me venga encima si cae un agüacero. Allá, del otro lado vivía con ese temor.  Es más, allá del otro lado quedan mi padres y mis hermanos. Y cada vez que me entero de que va a llover en La Habana, me preocupo,. No se me quita eso de la cabeza, mi gente en Cuba. Por acá, ya estoy ahorrando plata para mudarme para un apartamento y hace días me conseguí un trabajo mejor, así que muy pronto me saco de encima a la señora esta que se cree que por que le pago renta tiene derecho a vigilarme y regañarme por que nací después de que ella se fue de Cuba y vine para acá después de ella. .Seguro que ella fue miliciana antes de venir para acá.  Pero bueno, ya me la  quito de encima. Para quitarme de encima a los hijos de putas del otro lado me tuve que lanzar al mar.  Y lo hice con miedo de que no llegaría al otro lado, a éste, que me ahogaría o sería desayuno, almuerzo o cena de los tiburones. Pero, bueno, llegué. Aquí estoy.  Y esto no es fácil, pero aquí  tengo esperanza de que me puede ir mejor. Es más, ya  me  va mejor.  Para mi eso es la libertad. Que me pueda ir mejor.”

0 comentarios