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RICARDO BROWN

Regalo Cuadros. (17 de enero/10)

 

Les cuento. No soy pintor. No estudié pintura. Probablemente se nota en lo que hago. Hace años – no muchos- tenía algo muy importante con una niña que pintaba. Comencé a pintar por ella, o con ella. Aquelló (la relación) terminó.  Pero yo seguí pintando.

Me obsesioné. Soy así, obsesivo. Comencé primero, pienso, imitando. Luego me fui liberando. Inventándome flores, peces, paisajes, personajes, frutas y verduras que existían solo en mi imaginación y que plasmé en lienzos, madera y papel. Pintaba a todas horas. Rompía citas. Me encerraba.

Regalaba las pinturas si alguien me las pedía. Algunos amigos generosos me decían que debía venderlas. Alguien me convenció que hablara con algunas galerías. Lo hice. Sorpresivamente, una galería me pidió vender algunos de mis cuadros durante el Festival de Arte de Coconut Grove. Otra galería, bastante importante, me pidió varios cuadros. Los iba a llevar durante los días feriados. Pero estuve muy ocupado. Después los iba a llevar en estos primeros días del año. Pero el frío que azotó al Sur de la Florida me paralizó.

Entonces ocurrió lo de Haití. Me tiene muy angustiado lo de Haití. Yo conozco muy bien a ese país y a su gente.  Que es como decir yo amo a ese país y a su gente. Por muchísimas razones. Entre ellas por sus pintores. Me acordé de algunos de esos pintores. Me acorde de todos. De su formidable talento y su humildad.

No sé que me ha pasado. Por alguna loca razón creo que pinté mis cuadros para Haití.

Y ahí están. Si les gusta alguno, pídanmelo. Pero por favor hagan una donación directa, lo que sea, a una de las organizaciones que están recaudando ayuda para Haití.

Yo me he pasado la vida visitando museos, exposiciones y galerías. Mi casa está llena de libros de arte. En mi familia, que sepa yo, solo hay dos pintores. Una tía que estudió en San Alejandro y su esposo –mi tío politico- que llegó a ser bastante conocido. Los quise mucho de niño.

Lo mío no es de gran calidad. Lo ofrezco con cariño y humildad. Por mis tíos que pintaban, por los pintores haitianos, por todos los pintores que he amado desde niño, por Van Gogh, Goya, Amelia, Modigliani, por el Velásquez de España y el Velásquez de Honduras por Alexander Calder.  Por los famosos y los que nadie conoce.

Por Haití y su arte, su música, su poesía, su historia y su gente.

Puse algunos cuadros en mi página de Facebook. Si quieren uno, háganmelo saber.

Pero por favor, ayuden a Haití. Ahora y todo el tiempo que se necesite.

 

 

 

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