Blogia
RICARDO BROWN

El Concierto de la Plaza de la Revolución. Parte de una conversación entre mis amigos Echemendía y Salusto. 22 de septiembre/09

 

Echemendía y Salusto casi siempre tienen puntos de vista encontrados sobre cualquier tema. Pero son buenos amigos a quienes les gusta discutir. Lo hacen con altura.  Anoche me encontré con ellos. Hablaban del Concierto en la Plaza de la Revolución. He aquí lo que decían, entre sorbos de cerveza:

Echemendía: “Yo pienso que el concierto fue una buena cosa. Se llenó la Plaza de la Revolución de gente joven que no fue acarreada allí por el gobierno. Esa juventud fue allí a escuchar música, a divertirse, a bailar. No fue allí a corear consignas que le gritaban desde la tribuna.”

Salusto: “Lo que dices es verdad. Pero tampoco hay que exagerar. Se acabó el concierto y la gente tuvo que regresar como pudiera a sus casas dilapidadas con neveras vacias. Los presos de conciencia siguen presos. Raúl Castro sigue mandando desde su oficina, que no está muy lejos de donde se hizo el concierto. Y no puedes negar que la dictadura lo manipula todo. Manipuló esto concierto para dar la falsa impresión de que en Cuba hay  espacios de libertad cultural.”

Echemendía: “ Estoy de acuerdo en que la dictadura manipuló el concierto.  Pero eso era de esperarse. Eso se sabia. En cuanto a que todo sigue igual después del concierto, pues eso era de esperarse también, Salusto. Fue un espectáculo musical. ¿A quien se le ocurre pensar que el gobierno se iba a caer porque un grupo de músicos cantó en la Plaza de la Revolución. Nadie esperaba eso. Simple y sencillamente se logró un pequeño espacio de alegría y paz en un lugar donde han gritado paredón, donde siempre se ha hablado de guerra. Eso es importante. Fueron cuatro o cinco horas de risas, de júbilo donde por cincuenta años han atizado el odio.”

Salusto: “Yo pienso que hubo el veto. Que hubo la exclusion, que hubo el ostracismo típico de la dictadura en la organización de ese concierto. Hubo la censura. Allí no se presentó ningún cantante del exilio. Allí no dejaron presentarse a ningún grupo contestatario dentro de la isla. Allí solo hubo extranjeros y artistas cubanos que le han hecho el juego a la dictadura.”

Echemendía: “Pero eso era de esperarse, Salusto. Claro que no iban a dejar presentarse a Chirino, ni a Isaac Delgado ni a Porno para Ricardo o los Aldeanos. Nadie disputa que en Cuba hay una dictadura que controla la cultura. Pero este fue solo un paso. Quizá un paso muy pequeño.. Pero hasta un pequeño paso es importante cuando se ha estado en retroceso y se ha estado paralizado por tanto tiempo.”

Salusto: “Fue casi una burla presentar a la mujer esa, Cucú Diamantes, que nadie conoce en Cuba ni fuera de Cuba, como representante del exilio.”

Echemendía: “No fue buena su presentación. Yo no conocía a esa mujer. No está a la altura de artistas como Isaac o como Annia Linares o Malena Burke. No es tan conocida como el Médico de la Salsa, a quien siguen queriendo mucho en Cuba. Pero ese es otro tema. Ahí entramos en la calidad artística del concierto. Y  yo pienso que lo más importante es lo que representa el concierto como símbolo de que algún día tiene que llegar un cambio a Cuba.”

Salusto: “No se puede hablar de un concierto en Cuba sin hablar de la música que se escuchó. Carajo, los cubanos sabemos algo de música. La música es importante para nosotros. Y no me puedes negar que la calidad artística dejó mucho que desear. Sobre todo esa mujer, Cucú. Y Aute y el otro español, Victor Manuel,  fueron una vergüenza.”

Echemendía: “Y ya que entras en eso, pudieras decir que a Silvio comienzan a caerle encima los años y se notó cuando cantó. Además parece que se le olvidaron las letras de sus canciones porque las leía y tenía puestos unos espejuelos con unos lentes que parecían fondos de botella. Pero no me puedes negar que Carlos Varela estuvo muy bien. Y que los Orishas y los Van Van, por muy castristas que sean,  fueron estupendos. No seas injusto..”

Salusto: “No lo soy. Te digo las cosas como las veo. No te voy a negar que los Van Van y los Orishas estuvieron bien y que Varela también. Y te digo más. Me gustó Bosé. Me gusto la Tañón. Me gustó el italiano Jovanotti. Me pareció buena la música de X Alfonso.”

Echemendía; ¿Entonces porqué qué dices que fue mala la calidad musical? En cualquier evento así habrá artistas buenos y no tan buenos. ¿Y porqué no hablas de Juánes, el que organizó el concierto? A mi me pareció muy buena su presentación. El público lo aplaudió mucho y coreó su nombre.”

Salusto: “ Yo no le entendía a Juánes lo que cantaba. Cantó y habló con un acento raro, como un americano o un inglés hablando español. Y si quieres que te diga la verdad, me sonaba desafinado.”

Echemendía; “Pues  yo no lo escuché desafinado y sí le entendí muy bien. Y el público también. Sobre todo cuando gritó aquello de  ‘!Cuba libre, Cuba libre!’  Y cuando gritó,  ‘!Una sola familia cubana! ‘ Yo entendí muy bien su música y las cosas que dijo, que nadie había dicho en ese lugar en 50 años. Ni siquiera el Papa.”

Salusto: “No me digas que ahora vas a comparar a Juánes con el Papa. “

Echemendía: “Pues mira, sí comparo esto: El Papa fue bastante ambiguo cuando estuvo en Cuba. Dijo que ‘el mundo se abra a Cuba y que Cuba se abra al mundo.’ Dijo ‘no tengan miedo.’ Son frases bonitas, pero no son exhortaciones abiertas a la rebelión. Son de esas frases que cualquiera puede darle su propia interpretación. Y ese era el Papa a quien se le atribuye haber dado al traste con el Comunismo en Europa. No veo porque esperaban que Juánes se encaramara en la tarima y gritara ¡Abajo Fidel y Raúl!”

Salusto: “ Nadie esperaba eso. Pero ya que le cantó a los secuestrados en Colombia, debió haber hecho alguna referencia a los presos de conciencia en Cuba.”

Echemendía: “Yo pienso que lo hizo. Pienso que dijo lo que se puede decir en circunstancias como esas. Habló de la gente presa en cualquier lugar donde esté. Y no fue el único. Varela dedico sus canciones a todos los cubanos donde quiera que se encuentren. La Tañón habló del exilio y de una mujer que hace 20 años que no ve a su hija. Juánes y Bosé cantaron la canción esa de la isla Libertad. Son cosas jamás escuchadas en la Plaza de la Revolución. “

Salusto: “Y que quizá fueron dichas para limpiarse el rostro o la conciencia. Como el mismo Silvio que cantó ‘Ojalá.’ Lo hizo para quedar bien. Lo hizo después de que está muerto Papito Serguera. A Silvio nadie le quita de encima la mancha de haber firmado la carta en que apoyó que mataran a aquellos muchachos negros que se robaron la lancha para irse de Cuba.”

Echemendía: “Algún día Silvio tendrá que explicar eso.  Yo estoy de acuerdo que fue terrible lo de aquella carta. Pero, oye, ¿qué le harías tú a Silvio y los otros artistas que firmaron la carta? ¿Los fusilarías? Silvio y Formell y casí todos los artistas que viven en Cuba se ven en la misma situación que los demás cubanos. Silvio tiene un hijo contestatario, Silvito El Libre. Tiene una hija en Miami. Formell tiene hijos en el exilio. El mismo Leo Brouwer firmó aquella carta y su hija Alina es anticastrista y vive en Miami o Nueva York. Vamos a estar claros. Es terrible lo de la carta. Pero en Miami hay gente que fusiló, no que firmó cartas. Y hoy esa gente es aceptada como anticastrista.”

Salusto:  “Para mi, desde el punto de vista ético y moral firmar una carta aprobando que maten a unos muchachos porque se quieren ir de su país es abominable. Toda esa gente que firmó aquella carta y que ha estado apoyando abiertamente a la dictadura es culpable de graves fallas  éticas y morales. Y me parece hipócrita que canten a la libertad y al amor. No hay nada más opuesto y violatorio de la libertad que fusilen a tres muchachos que no mataron a nadie, que solo querían ser libres. No hay nada más odioso y más opuesto al amor que eso. Yo no digo que fusilen ni encarcelen a esa gente que firmó aquella carta. Pero me parece hipócrita, me parece inmoral, que no se les exija al menos una explicación.”

La conversación entre Echemendía y Salusto continuó. Pero no tengo tiempo para seguir transcribiéndola ahora. Quizás lo haga cuando tenga más tiempo.

 

0 comentarios