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RICARDO BROWN

Juánes, La W, y el Concierto en La Habana. 13 de agosto/09

 

Ayer tuve un día inusual. Me llamaron por la mañana de una estación de radio, la W de Colombia, del programa de Julio Sánchez Cristo. Una joven me dijo que Julio quería hablar conmigo sobre el próximo concierto de Juánes en La Habana. Me preguntó si era posible, y claro que respondí que sí.

Conozco ligeramente a Sánchez Cristo y  una vez hasta  cené en su casa en una de esas islas cerca de Miami Beach. Me quería preguntar Julio sobre un asunto de una cadena radial que estaba a la venta y del cual yo tenía algún conocimiento.

Julio y su esposa fueron excelentes anfitriones. Sirvieron una comida colombiana deliciosa y un vino francés  maravilloso. Durante la cena, Julio recibió una llamada en su celular de Álvaro Uribe, que en ese momento era candidato a la presidencia de Colombia. Se disculpó, se levantó de la mesa y fue a otro lugar de la casa para conversar con Uribe.

Era un tiempo en que  Uribe era el nuevo fenómeno político de Colombia. Todas las encuestas indicaban que ganaría las elecciones.  Los periodistas colombianos se morían por entrevistar a Uribe. Pero era Uribe quien llamaba a Julio. Así es de importante en Colombia Julio Sánchez Cristo.

En una previa ocasión yo había participado en el programa de Julio. Fue cuando cubrí los funerales en Nueva York de Celia Cruz. Julio es un gran amante y conocedor de la música. Conversamos varios minutos en el aire sobre Celia y su legado artístico.

Pero volviendo a lo de ayer, yo tenía una mañana agitada . Tenía poco tiempo. Pero ni pensé dos veces  hablar con Julio. Es un periodista tan importante que hasta las más prominetes figuras, como Uribe en aquella ocasión, lo llaman a él. Y ahora, por segunda vez, me llamaban de su programa. A mi, a alguien de tan poca importancia. Además, Julio siempre ha sido gentil conmigo en el breve contacto que hemos tenido. Yo,  francamente, hubiera querido conocerlo más.

Una vez me invitó a una cena de varias personas en su casa con el entonces Presidente Andrés Pastrana. No pude ir. En otra ocasión, me invitó a una cena con el ex Presidente  Alfonso López Michelsen. Entre los otros invitados estaba Sofía Vergara. Tampoco pude ir. En una tercera ocasión me invitó a una cena en que estaría Carlos Ardilla Lulle. No pude ir. Yo vivo a mil. Tengo poca vida social. Es terrible. Cuanto hubiera disfrutado, por ejemplo, de esas reuniones en casa de Julio con gente tan fascinante. Andrés Pastrana, a quien he conocido y es un tipo simpatiquísimo. Además, caramba, en aquel tiempo era Presidente de Colombia. Alfonso López Michelsen, un hombre extraordinario, con una erudición enciclopédica. Y además, experto en una música que a mi me derrite, el vallenato. Sofía Vergara. Bueno, Sofía Vergara probablemente no me hubiera hecho el más mínimo caso.

Pero, ¿de qué hablaba? Ah, si, de  la llamada de ayer del programa de Julio Sánchez Cristo. Es que divago mucho y no me edito. Este es solo un pobre blog. No es una columna en The Economist.  Les cuento.

Resulta que me pasan al aire. Julio me hace una presentación en que generosamene exagera mis modestos méritos. Entonces me lee la última parte de un “posting” que hice en mi blog sobre Juánes. Me pregunta algo así como si no soy demasiado injusto con Juanes. Le respondo que pienso que en mi opinión es una contradicción que Juánes, tan amante de la paz, cante en una tarima con Silvio Rodríguez, que firmó una carta en que daba su apoyo al fusilamiento de tres jóvenes negros cubanos que se robaron una lancha para huir a Miami.

Entró entonces en la conversación un señor que acompaña a Julio en el programa, que se llama Félix De Bedout, quien comenzó a interrogarme en un tono áspero, más bien como el de un policía que busca exprimir una confesión de un asesino en serie.

No voy a transcribir aquí la conversación en el aire. Por supuesto que no la grabé y si está grabada en algún lugar, no la he buscado ni pienso hacerlo. La recuerdo, más o menos,  así. Me dijeron: “ustedes están fusilando a Juanes. Ustedes están culpando a Juánes por cosas terribles con la cuales no tiene nada que ver. Ustedes son intransigentes.  A Juánes ya le gritaron en un parqueadero. Ustedes se oponen a que el pueblo cubano escuche en vivo un concierto de un gran artista” Y cosas por el estilo.

Yo, con mi limitada capacidad, me defendí lo mejor posible en este interrogatorio por estos leones del periodismo. Caramba, Julio Sánchez Cristo es un estupendo entrevistador, con múltiples premios periodísticos  internacionales. Y el Sr. Félix, según tengo entendido, es una gloria de las letras y un maestro de la dialéctica socrática  que diariamente pone a temblar a lo más encumbrado de la política y la intelectualidad de Colombia. Yo probablemente salí muy mal de esa entrevista. Traté, probablemente sin mucho éxito, de decir lo siguiente:

No me parece correcto eso de “ustedes.”  No me gusta ese tipo de generalización. Yo no pertenezco a ningún partido político, no soy parte de ninguna orquesta ni juego en ningún equipo de fútbol. Soy simplemente una persona que escribe un humilde blog sin importancia. Sostengo lo que escribo allí. Pero hablo solo por mi.

Yo no tengo la culpa de que a Juánes le hayan gritado en un estacionamiento. No creo que la persona o las personas que le gritaron hayan leído mi blog. Y si lo leyeron, no creo que le hayan gritado a Juánes por algo que escribí o dije yo. A mi nadie me hace caso. Si le gritaron a Juánes en un parqueadero, me parece que eso es terrible, intolerante y una falta de educación de las personas que lo hicieron.

Yo, francamente, opino que Juánes tiene derecho a cantar en donde quiera. En la Torre Eiffel, el Metro de Moscú, o el Canal de Panamá. Pero pienso que si va a cantar en la Plaza de la Revolución de La Habana junto a Silvio Rodríguez, es correcto señalar que en esa Plaza de la Revolución han gritado “paredón,” y han llamado “gusanos, mercenarios, vendepatrias” a los cubanos que no están de acuerdo con la dictadura dinástica que manda en Cuba desde hace 50 años, instigando el odio y dando luz verde a los fanáticos que dentro y fuera de Cuba  persiguen, hostigan y agreden  constantemente a quienes disienten de un sistema que solo han sembrado miseria, atraso y opresión en un país que merece un mejor destino.

Pienso que es necesario señalar que Silvio Rodríguez es diputado en la suerte de legislatura que hay en Cuba, la Asamblea Nacional del Poder Popular. O sea, que por muy “apolítico” que quiera Juánes que sea su concierto en La Habana, estará cantando junto a una figura del régimen castrista, un político que es parte de un sistema que oprime al pueblo de Cuba.

Es correcto señalar que Silvio Rodríguez, el autor de tiernas y poéticas letras de canciones sobre Unicornios y Mariposas, firmó una carta en que apoyó el fusilamiento en 2003 de tres jóvenes negros cubanos que se robaron una lancha con turistas a bordo para huir de Cuba.  Robarse una lancha, sobre todo con personas a bordo, es un delito en cualquier lugar del mundo. Pero en Cuba, más que eso es el gesto desesperado de jóvenes nacidos en una Revolución que prometió esperanza y solo ha sembrado odio, opresión y pobreza. De todas formas, es una monstruosidad fusilar a tres personas, en 72 horas, por tomar por la fuerza una lancha. No hubo muertos ni heridos en aquel episodio, con la excepción de los tres fusilados.

Yo pienso que esos jóvenes fueron fusilados por querer hacer exactamente lo que hizo Juanes. Ir a buscar una nueva vida en Miami. Los fusilaron, sin nada que se asemeje a un debido proceso, en menos de 72 horas. Silvio Rodríguez estuvo de acuerdo,

Pienso que hay una diferencia entre cantar por la paz en la frontera colombo-venezolana junto a Alejandro Sanz, Juan Luis Guerra y Ricardo Montaner y cantar en la llamada Plaza de la Revolución, donde se ha gritado tantas veces  “paredón, ” junto a un diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba que firmó una carta en que aplaudió el fusilamiento de aquellos tres humildes jóvenes.

Que sepa yo, Alejandro Sanz, Juan Luis Guerra, Ricardo Montaner y los demás artistas que cantaron junto a Juánes en el Concierto en la frontera colombo-venezolana jamás han firmado cartas celebrando fusilamientos ni son parte de dictaduras dinásticas que llevan más de medio siglo en el poder.

Durante la conversación en la W, el Sr. De  Bedout me dijo algo así como “ustedes culpan a Juánes por cosas terribles que nada tienen que ver con él.”  Yo, tan limitado en mi facilidad de expresión, traté de explicar que yo no culpo a Juánes de nada. Sí me parece un poco exagerado lo que dicen algunas personas de que el concierto abrirá espacios de libertad en Cuba.

Sobre lo que me dijo el Sr. De Bedout de que “ustedes están fusilando a Juánes,” traté, probablemente sin éxito, de responder que es más que un poquito fuera de línea decirle a un cubano como yo que “ustedes están fusilando” a alguien. Yo me opongo a los fusilamientos. Yo no firmaría una carta apoyando el fusilamiento de ninguna persona, como hizo uno de los cantautores  que estará junto a Juánes en el Concierto de la Plaza de la Revolución. Miami, donde vivo, está llena de viudas y huérfanos de cubanos fusilados en los últimos cincuenta años. Conozco a algunas de esas viudas y huérfanos. Me imagino  que el Sr. De Bedout se refería a las críticas que he hecho en mi humilde blog sobre Juánes. No creo que tuve oportunidad de hacerlo durante mi conversación en la W, pero le diría al culto caballero que Juánes es una figura pública que ha decidido hacer algo muy polémico entre personas que sí sabemos algo de lo que significa un fusilamiento. Y, al menos en Estados Unidos, que es donde vivo yo, es parte de la libertad de expresión criticar a las figuras públicas. Claro que por lo que escuché de él,  el Sr. De Bedouit piensa que yo (“ustedes”) tengo la culpa de que alguien le gritó a Juánes en un parqueadero. Repito que eso no fue culpa mía y no estoy de acuerdo. Pero, al menos en este país donde vivo desde niño, no es necesariamente ilegal que le griten algo desagradable en público a una figura conocida. Es un comportamiento quizá grosero, pero, a no ser que sea una amenaza, gritar en un parqueadero no es ilegal.

A veces las figuras públicas se exponen a esas cosas desagradables. Guardando las distancias, recuerdo haber leído que a la Senadora Piedad Córdoba la tuvieron que sacar de un avión que viajaba de Bogotá a Caracas porque algunos pasajeros comenzaron a gritarle cosas desagradables.

Y por supuesto que Juánes lo único que quiere hacer es cantar y, hasta donde sé, no está de acuerdo con la dictadura dinástica que manda en Cuba desde hace medio siglo. Pero entre muchas personas en Miami es tan polémico que alguien cante en la Plaza de la Revolución junto a un diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba  que apoya el fusilamiento de jóvenes que quieren irse de su país, como lo es entre muchos  colombianos que una  senadora de su país asuma  posiciones consideradas por algunos como muy cercanas a los  criminales que secuestran, ponen bombas y asesinan en Colombia.

Reitero que no estoy de acuerdo con que le griten a nadie en publico, mucho menos a Juánes. Ni tampoco a la Senadora Córdoba. Pero como dice Julio Sánchez Cristo en su muy leída columna, “Pasan Cosas.” La gente se apasiona a veces.

Pero volviendo a la conversación en la W, hubo un momento en que Julio me preguntó; ¿Y si Juanes canta con Pablo Milanés, esta bien eso? Pablo Milanés no firmó la carta aquella.” A mi me confundió la pregunta. Ya lo dije, yo soy un pobre cubanito de Miami y estas personas con quienes hablé son laureados periodistas internacionales, maestros del debate, expertos en el tipo de entrevista en que el entrevistado a veces se queda sin palabra ante la aplastante lógica del entrevistador. No sé si ese fue el caso conmigo. Creo que contesté algo así como que no entendí bien la pregunta , pero que de todas formas Juánes puede cantar con quien quiera y yo tengo el derecho a criticarlo o no.

Me parece que fue una mala respuesta. Debí haberle dicho a Julio que yo no sabía en ese momento si Pablo firmó la carta apoyando el fusilamiento de tres jóvenes que querían venir a Miami, como vino Juánes, como vine yo, como vino Julio, pero que si él decía que Pablo no firmó esa carta se lo aceptaba. Hubiera agregado, no sé porqué, que me parece que Pablo es mejor músico que Silvio y que probablemente haría un mejor dúo con Juánes.

En algún momento, - no recuerdo si fue Julio o Don Félix-  me preguntaron como respondía yo a Carlos Alberto Montaner y a un grupo de jóvenes cubano americanos que dicen que están de acuerdo con el concierto de Juánes. Creo que dije que ese es su derecho y que respeto su opinión y que de todas maneras yo no soy nadie para decir que un cantante vaya o no vaya a Cuba. En lo único en que yo insisto es que se sepa  que Juánes va a cantar junto a un diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular que firmó una carta apoyando el fusilamiento de tres jóvenes cubanos que querían hacer lo que tantos hemos hecho, incluyendo a Juánes, a Julio durante ciertas temporadas del año, y yo. Vivir en Miami.

Pero esto se está haciendo muy largo. Esta mañana también es bastante agitada para mi. Me queda mucho por decir. Por ejemplo, que pienso  que no se  respeta el dolor de gente que sí sabe lo que es un fusilamiento. Por ejemplo, que intuyo, no sé porqué,  y tal vez me equivoque,  que cuando alguien me dice “ustedes” quizá no es porque esa persona crea que soy precisamente miembro de un partido político, una orquesta o un equipo de fútbol. Por ejemplo, que como no vivo en Cuba y estoy en un país donde hay libertad de expresión y tengo acceso a la Internet, voy a seguir escribiendo en este blog lo que pienso. Lo voy a seguir escribiendo así, en mi forma reiterativa y desordenada,

Gracias a quienes me leen.

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