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RICARDO BROWN

Magic City Blues Rant (21 de julio/09)

 

Nos dicen que es necesario construir un estadio de béisbol para los Florida Marlins, que una vez se muden a su nueva sede, se llamarán los Miami Marlins.

Nos dicen que para que Miami sea una gran ciudad, una metrópolis de categoría mundial, hace falta este estadio de béisbol.

No entiendo.

¿Quiere decir esto que todo este tiempo hemos sido una aldea o una ciudad provinciana?

Yo vengo años escuchando que somos la “Ciudad Mágica”, la “Capital de América Latina,” la “Capital del Sol.”

Ahora me entero que hace falta construir este estadio, cuyo costo final será de 2.3 mil millones de dólares, para que seamos como, digamos, París,  Barcelona, Nueva York o Londres.

Me imagino que esas son ciudades de categoría mundial, según la definición de nuestros políticos.

Estoy seguro que casi todos ellos han estado en esas ciudades.

Sospecho que en una u otra ocasión han viajado a esas ciudades en “misiones oficiales,” cargándonos los gastos a quienes pagamos impuestos.

Uum.

Yo también he viajado a esas ciudades y a muchas ciudades similares, de “categoría mundial,” aunque los “taxpayers” jamás me pagaron los viajes.

A ver.

He estado también en Madrid, Roma, Ámsterdam, Berlin, Montreal, Hong Kong.

Caramba, son tantas las ciudades de “categoría mundial en que he estado que sería muy largo mencionarlas todas aquí.

Perdónenme las ciudades de “categoría mundial” que visité y que no incluyo en la lista por falta de espacio y tiempo.

Sorry.

Ahora, si debo señalar que en todas esas “ciudades de categoría mundial,” que visité había algunas cosas comunes.

Por ejemplo, buenos sistemas de transporte colectivo.

Miami no lo tiene.

En Miami, si no tienes carro, te jodes.

En Miami el servicio de buses y de metro-rail es infernal.

En esas “ciudades de categoría mundial” también se hace mucho por promover la cultura.

En Miami, el Alcalde Condal acaba de presentar un proyecto de presupuesto en que elimina hasta el último centavo para la asistencia de organizaciones culturales.

¿Cómo así?

Para ser una gran ciudad, financiaremos un estadio de béisbol, pero no daremos absolutamente ninguna plata para la cultura.

Y es que, quizá para nuestros políticos, el béisbol es más importante que la música clásica, el ballet, los museos, los conciertos de jazz, el teatro, las ferias de artesanía y otras manifestaciones de la alta cultura y la cultura popular.

Caramba, que brillantes nuestros políticos.

La gente vendrá a Miami de visita o a vivir porque tendremos un hermoso estadio de béisbol de 2.3 mil millones de dólares.

Lo demás, el arte, la cultura, eso no merece un solo centavito.

Todos sabemos que nadie va a Nueva York por los museos, ni por los conciertos del Lincoln Center ni por Broadway.

La gente va a Nueva York para ver los juegos de béisbol de los Mets y los Yankees.

Y claro que los Yankees pagaron por su propio nuevo estadio y no le pasaron la cuenta a los contribuyentes neoyorquinos.

Pero, ¿qué saben esos pobres campesinos provincianos de Nueva York?

Aquí, en la Capital de América Latina, la Capital del Sol, la Ciudad Mágica, es donde mandan los políticos más brillantes, elegidos por nosotros, los votantes y contribuyentes más ilustrados de todo el planeta.

 

 

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