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RICARDO BROWN

Diatriba: Detesto este miserable clima. (23 de junio/09)

 

Ayer fue el día de más calor en Miami en todo el año. Es más, para la fecha fue el día más caluroso de toda la historia. La temperatura alta estableció una nueva marca. No se cual. Lo escuché o lo leí esta mañana y no me acuerdo de la cifra exacta. Creo que es algo así como 215 grados Fahrenheit. La verdad es que no me importa mucho la exactitud en cuanto a esas cosas. Simple y sencillamente hizo un calor infernal.

Esta mañana amaneció lloviendo. Llueve con demasiada frecuencia en Miami. No sé de donde sacaron el lema ese de que Miami es la “Capital del Sol.” Sale muy poco el sol durante el verano. Y cuando se digna a hacer presencia es para castigarnos como ayer.

Hay que tener mucho aguante para soportar el clima miamense. Durante los meses de invierno y primavera, a veces el clima es ideal. Cielos despejados. Brisa. Temperaturas de 70 a 75 grados Fahrenheit. Pero esos son muy pocos días del año. El resto del año nos azotan el calor, la humedad, los aguaceros y, a veces, hasta el frío. Mis huesos han pasado mucho frío en su largo recorrer por este planeta. He temblado en pleno invierno en Noruega, Rusia, Canadá. Pero les cuento que el frío en Miami, a pesar de no ser tan fuerte como en el norte del globo, te pega con furia. Se te cuela en las venas, los músculos, las vísceras. Por suerte solo hay siete u ocho días así al año, con temperaturas en los treinta Fahrenheit. Pero les aseguro que 30 grados Fahrenheit en Miami es como 20 bajo cero en Alaska.

Y sobre, la lluvia, a veces tiene encanto. Por ejemplo, cuando uno está en Londres, Paris o Seattle. Es una lluvia agradable, simpática, civilizada. Se ven lindos esos lugares cuando llueve. Se siente uno bien. Y la gente se ve elegante con sus capas y paraguas. Pero en Miami, la lluvia es desordenada, violenta, grosera. Es chusma. Eso mismo. Es una lluvia  agresiva que habla a gritos y dice malas palabras con muy mala dicción.

A veces pienso largarme de Miami. Hoy es uno de esos días. Me molestó mucho el calor y la humedad de ayer, que también me parecen primitivos, iletrados, vulgares. Y esta lluvia chusma desde que me levanté me tiene el moño virado. Bueno, si tuviera moño, estaría virado.

 

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