Los comerciales en la televisión hispana.(17 de mayo/09)
No tengo nada contra los anunciantes. Es más, les estoy muy agradecido. La televisión se nutre de ellos. Sin los anunciantes, no habría televisión comercial.
Pero si por mi fuera, habría más control en la calidad de la publicidad que se pasa por la televisión en español de Estados Unidos, sobre todo en los canales que no están afiliados a las dos cadenas principales.
No estoy hablando de censura. Si alguna empresa o algún profesional quiere gastarse su plata anunciando sus productos o sus servicios en la televisión, debe tener derecho a hacerlo como quiera, mientras no se atente contra la moral pública o se trate de estafar al consumidor. Ahora, los canales de televisión no deberían simple y sencillamente agarrar la plata y pasar la publicidad al aire. No vendría mal aconsejar a esos anunciantes a que no hagan ellos mismos el comercial si verdaderamente no saben lo que están haciendo.
Yo veo comerciales en la televisión hispana que me dan pena y a veces risa. Veo a muchos profesionales ofrecer sus servicios. Estoy seguro que la mayoría de ellos son personas que estudiaron mucho y son capaces en sus disciplinas y conducen su vida profesional de una forma ética. Hay muchos que hacen muy bien su propia publicidad. Convencen, Pero hay algunos que, simple y sencillamente, no son buenos comunicadores. Hablan mal. No proyectan bien en cámara. Los comerciales que presentan ellos mismos no están bien producidos. Me imagino que quizá a algunos de ellos les gusta verse en televisión. O tal vez no tienen presupuesto para pagar a un actor o actríz para que haga el anuncio. Yo verdaderamente no sé. Pero pienso que si yo tuviera productos o servicios que ofrecer trataría que la publicidad fuera de la mejor calidad dentro de mis posibidades.
Y a lo mejor estoy despistado. Quiza a toda esa gente que anuncia sus propios productos o servicios, sin que el comercial tenga buenos valores de producción, le da excelentes resultados ese tipo de publicidad. A lo mejor hay gente en el público a quien se les despierta el interés por algún producto o servicio cuando ven que lo anuncia alguien que no lee bien el guión (que a veces está mal escrito) , o que no pronuncia bien o dice algún barbarismo, y la producción del comercial es más bien artesanal. A lo mejor eso proyecta sinceridad. ¿Qué sé yo de esas cosas? La publicidad y el marketing no son cosas de las que conozco mucho.
Ahora, tengo que decir esto: Hay mucha gente que anuncia muy bien sus propios productos o servicios. Pero hay algunos que cuando lo hacen, para mi el efecto es como una de esas burlas irónicas pero cariñosas de Almodóvar, Fellini, Buñuel o Woody Allen.
Uy. Pensándolo bien, el cine de esos tipos es genial. A lo mejor ahí es donde está el gancho de la publicidad televisiva artesanal. Tal vez sí les va muy bien a quienes anuncian sus propios productos y servicios sin preocuparse mucho del “delivery” y la producción.
Ahora que lo pienso, les cuento que en toda la historia de la televisión hispana de Miami, el comercial más memorable es uno en que salía un muchacho joven anunciando la mueblería de su papá y gritaba cosas como: "!Si no te lo vende mi padre, te lo vendo yo!"
Y quien vio aquel comercial en algún momento tiene que recordar cuando aquel joven vociferaba: "!Aquí lo que cuenta es el cash!"
No sé como le fue a aquella tienda de muebles. No he vuelto a ver sus comerciales. Pero jamás me olvidaré de ellos. Nunca compré muebles allí. Pero me gustaban los anuncios.
A lo mejor es que ese tipo de publicidad es la mejor publicidad de todas.
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