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RICARDO BROWN

Un Poema de Tula que siempre me ha llegado al alma. (Sábado 19 de abril/2014)

Hace solo días se conmemoró el bicentenario del nacimiento de Gertrudis Gómez de Avellaneda, una de las grandes figuras de las letras cubanas y universales. Hoy día, la grandeza de su obra es incuestionable, aunque fue una mujer muy polémica, por su vida personal y por lo que muchos dicen fue un silencio casi cómplice -o totalmente cómplice- sobre la lucha por la independencia de Cuba. Hasta José Martí, que no era dado a los ataques personales, fue  duro con La Avellaneda. Mi mamá, muy conocedora de la obra y vida de Tula -así se hacía llamar La Avellaneda- y de todo lo relacionado con Martí, decía que aquel severo juicio del Apostol era en parte producto de su juventud en aquel momento. A veces el genio es inflexible y un poco injusto cuando aún no ha madurado, decía mi mamá. Sea como fuere, hay un poema de La Avellaneda que siempre me ha impactado, “Al Partir.” Lo escribió Tula cuando salió de Cuba por primera vez, rumbo a España. Tenía solo 22 años, la misma edad de Martí cuando  escribió su fuerte crítica a La Avellaneda. Yo dejo a los eruditos la discusión sobre si Tula debió haber asumido una posición más firme sobre la independencia de Cuba. Pero pienso que sí amó mucho a la isla donde nació, a su paisaje, a su gente, y que la extrañó mucho en el tiempo en que vivió fuera. Así también fue mi mamá, a quien perdimos hace varios meses. Yo he estado pensando mucho en mi mamá durante esta Semana Santa, que es la primera que pasamos sin ella. No sé cual es la conexión, pero hoy algo me hizo buscar entre mis libros el poema “Al Partir.” Al leerlo de nuevo, me ha hecho pensar en lo mucho que agradezco a mi mamá -entre tantas cosas-  que me enseñara  a querer tanto a Cuba, su historia y su cultura. Me habló mucho mi mamá de Tula, de Martí, de Heredia, el primer poeta cubano que alza la bandera de la independencia, y de Gonzalo, su abuelo Mambí (me decía que esa palabra había que escribirla en mayúscula) y de tanta gente en nuestra familia que luchó por la independencia de Cuba con el machete y la pluma y sufrió muerte, cárcel y destierro. Extraño mucho aquellas conversaciones.  Comparto el poema de La Avellaneda, Tula, que tanto me emociona.

 

Al Partir

 

¡Perla del mar! ¡Estrella de occidente!

¡Hermosa Cuba! Tu brillante cielo

la noche cubre con su opaco velo,

como cubre el dolor mi triste frente.

 

¡Voy a partir!... La chusma diligente,

para arrancarme del nativo suelo

las velas iza, y pronta a su desvelo

la brisa acude de tu zona ardiente.

 

¡Adiós, patria feliz, edén querido!

¡Doquier que el hado en su furor me impela,

tu dulce nombre halagará mi oído!

 

¡Adiós!... Ya cruje la turgente vela...

el ancla se alza... el buque, estremecido,

las olas corta y silencioso vuela.


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