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RICARDO BROWN

Divagaciones. 3 de diciembre/09

El mundo es uno mismo.

No sé quien lo dijo.

No sé si es que verdaderamente lo dijo alguien.

O si lo inventé yo.

O quizá es una síntesis de cosas que he visto, que he escuchado, que he leído, que sé yo.

La cuestión es que he decidido que el mundo es uno mismo.

Lo que uno piensa.

Lo que uno ha vivido.

Lo que uno sueña.

Quizá mañana o de aquí a un año piense de una manera distinta.

Pero en este momento pienso que el mundo es uno mismo.

Pensándolo bien, el tiempo es ahora mismo.

Tampoco sé de donde me sale eso.

Hubo un tiempo en que leía mucho a Krishnamurti.

No sé si lo entendía.

La verdad es que nunca sé si entiendo nada.

Pero me impacto algo que dijo Krishnamurti.

Dijo que después de pasarse toda una vida meditando, investigando, buscando el significado de la vida, decidió que todos tenemos nuestra propia definición de lo que es.

Es decir, que está dentro de nosotros la capacidad de encontrar la respuesta.

Creo que eso es lo que quiso decir Krishnamurti.

Y si no fue eso, la verdad es que yo lo entendí así y me gusta el concepto,

Al menos en este momento.

Yo me he leído a mucha de esa gente que ha viajado adentro y afuera en busca del significado de la vida.

Algunos que me han impresionado son Kierkegaard, Thomas Merton, Thich Nhat Hahn, San Agustín de Hipona.

¿Que mezcla rara, no?

Eso me dijo alguien una vez.

Alguien que también me dijo que leer a Thich Nhat Hahn es como comer corn flakes.

Me dijo esa persona que Thich Nhat Hahn es como el Walt Disney del Budismo.

Cosas así me dijo esta persona.

No le hice caso.

Aunque a lo mejor si le hice caso, porque menciono ahora lo que me dijo.

Whatever.

Y claro que he buscado en la poesía, la novela, el ensayo, la pintura, la música.

En la poesía, por ejemplo, me encantan Vallejo,

Pedro Salinas, Manuel Machado, José Agustín Goytisolo.

Y Carl Sandburg, Emily Dickinson y,  por supuesto, Whitman.

¿Será un clisé eso?

Sandburg, Dickinson y Whitman son poetas que uno estudia en high school.

¿Quiere decir que son poetas de la cultura popular?

¿Quiere decir que son algo asi como la comida rápida?

¿Que si su poesía se comiera se vendería en los McDonalds?

Bueno, pero es que hay comida rápida que es sublime.

Un taco, por ejemplo.

A mi me parece que los tacos que venden en las calles de la Ciudad de México vienen siendo parte de una haute cuisine.

Sobre todo los que venden por allí cerca de la Alameda Central.

Que locura, ¿no?

Salto de Sandburg, Dickinson y Whitman a los tacos de las cercanías de la Alameda Central en el DF.

Quizá es que una de las obras de arte que más me han impresionado es precisamente el mural de Diego Rivera, “Sueño de una tarde dominical de la Alameda Central.”

Claro.

Es eso.

Sobre los otros poetas que mencioné, los que escribían en español:

¿Si su poesía se comiera, donde venderían los poemas de Vallejo, Pedro Salinas, Manuel Machado y José Agustín Goytisolo?

Pero bueno, la verdad es que no hay conexión entre una cosa y la otra.

La poesía y la comida.

Y de todas maneras, he omitido a otros poetas que me han impactado.

Amado Nervo, Yeats, Mallarmé, José Martí.

¿Cómo puedo dejar fuera a Martí?

Sobre todo si está allí en el mural de Diego Rivera, junto a la imagen de la muerte.

No es bueno omitir.

Sobre todo a Martí.

De todas maneras, quizá los poetas no saben lo que es el significado de la vida.

La idealizan a veces.

La distorsionan.

Uf.

Ahora recuerdo que alguien me dijo que uno no lee poesía para buscar el significado de la vida.

Fue una niña que se llamaba Helen.

Me lo dijo junto a Walden Pond.

Yo estaba enamorado de ella.

Y ella de mi.

Así lo recuerdo.

¿O lo inventé?

Whatever.

Demasiadas divagaciones por hoy.

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