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RICARDO BROWN

El Concierto de la Plaza de la Revolución, Osvaldo Farrés, Silvio, Amaury, Celia, Quizás, quizás, quizás. 18 de septiembre/09

 

Veré el Concierto, aunque sea en parte, en alguno de los canales que lo transmitirán. Más adelante comentaré en este blog.

Quizás comparta ciertas cosas de que me he enterrado. Quizás comente sobre ciertas cosas que se han hecho y se han dicho en ambos lados del Estrecho de la Florida y en otras partes. Quizás no valga la pena. Quizás después del domingo queda atrás el Concierto y toda la amarga polémica en torno al mismo.

“Quizás, quizás, quizás.” Esa es el título de una canción escrita en 1947 por el compositor cubano Osvaldo Farrés. Es una bella canción que se popularizó internacionalmente cuando fue grabada por Nat King Cole. Hace siglos, cuando yo viajaba mucho, la escuché en muchos lugares en distintos idiomas. Una vez la escuché cantada en hebreo en Tel Aviv. En otra ocasión la escuché interpretada por un trío búlgaro en Sofia.

Me vino a la mente Osvaldo Farrés por eso de quizás. Se que era amigo de mis abuelos, pero nunca lo conocí en Cuba, donde viví solo un tiempo como niño. Muchos años después, cuando vivía en Washington, cubrí una ceremonia en la Casa Blanca sobre el Mes de la Hispanidad y allí estuvo Farrés y lo conocí. Era un hombre muy mayor ya. Fue breve el encuentro. Pero me satisfizo mucho saludar a alguien que aún en aquel momento era famoso por su música. A mi me apasiona la música y entre la gente que más admiro están aquellos que pueden hacerla. Recuerdo todas las ocasiones en que he podido conocer personalmente a cantantes, músicos y compositores. A los famosos y a los no famosos.

Osvaldo Farrés, según tengo entendido, nunca estudió música. Componía de oído. Además de “Quizás, quizás, quizás,” compuso otras canciones famosas como “Toda una vida,” “Acercate más,” y “Tres palabras.”

Farrés murió en Nueva Jersey hace varios años. Hoy se habla poco de él y de su música que en su tiempo recorrió el mundo entero. Pero así es la vida, ¿no?  No todo lo que debe ser recordado perdura en la memoria colectiva . O al menos no ocupa la jerarquía que merece. No debería ser así. Los músicos y la música son importantes. Y si los músicos son buenos y la música es buena, merecen ser recordados.

Por esas cosas que se le meten a uno en la cabeza, hoy recuerdo a Farrés. Y pienso como tuvo que morir lejos de su país. Es triste eso. Que una persona tenga que morir lejos de su país. Pienso también en Celia Cruz. Fue una gloria de la música cubana. Después que se fue de Cuba jamás pudo regresar. Y su música fue prohibida oficialmente en Cuba. Claro que mucha gente en Cuba siguió escuchando la música de Celia. Incluso mucha gente militante del Partido Comunista. Hace unos años yo hice un par de viajes a Cuba por razones de trabajo en cuestión de solo dos meses. Y en el primer viaje, algunos funcionarios del gobierno con quienes tuve contacto me pidieron el favor de que les llevara música de Celia Cruz cuando regresara a Cuba. Me sorprendió. Y claro que les llevé la música de Celia cuando regresé a La Habana.

La música no debería estar prohibida. Yo, por ejemplo, siempre he escuchado la música de cantantes como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Amaury Pérez Vidal. Me encantaría, claro, que alguien le preguntara a Silvio y a Amaury porque firmaron aquella terrible carta justificando los fusilamientos de tres jóvenes cubanos que se querían ir a vivir a Miami.

Durante toda esta polémica sobre el Concierto de Juánes alguien me preguntó porque yo quería prohibir el concierto. Me pareció absurda la pregunta. Como si yo tuviera la facultad de prohibir nada. Por supuesto que jamás prohibiría un concierto o una exposición, una obra de teatro o ninguna otra manifestación cultural.

Jamás, tampoco, renunciaré a mi derecho de expresión. Me resbalan los insultos y las calumnias.  No me amedrentan las amenazas. Me he acostumbrado a ellas. Soy libre.

Pero ese es otro tema. Quizás, quizás, quizás.

Pienso hoy en Osvaldo Farrés. Pienso en Celia.

A Farrés, el régimen castristas probablemente lo borró de la memoria musical cubana. De Celia, se que mucha gente en Cuba siguió escuchando su música, incluso gente del Partido y el Gobierno. Es más, la prensa oficialista habló de su muerte. Lo hizo, lamentablemente, de una forma despectiva. Que triste. Incluyo aquí al final lo que publicó el periódico mexicano El Universal sobre como cubrieron en Cuba la muerte de Celia Cruz:

Desprecia prensa cubana muerte de Celia Cruz .

 

Rescata Granma y Prensa Latina el deceso de la muerte de la llamada "reina de la salsa" en sólo dos párrafos; destacan su anticastrismo


 

Juan Carlos Cortés S./El Universal Online
El Universal
Ciudad de México
Jueves 17 de julio de 2003

09:17 El diario oficial cubano Granma minimizó el deceso de la cantante cubana Celia Cruz, al dar a conocer a sus lectores la noticia en dos párrafos, rescatando el anticastrismo de la llamada "reina de la salsa"

En su portada del impreso, Granma presenta sólo tres noticias, "Misión Robinson recibe esfuerzos", "Múltiples ataques contra tropas norteamericanas en Irak" y "Nuevo contingente de arquitectos e ingenieros", pero nada en alusión al deceso de la llamada "reina de la salsa", Celia Cruz.

A diferencia del despliegue informativo que dieron en días pasados a la muerte del músico Compay Segundo, en el diario y su sitios de internet, para Granma la noticia sobre Celia Cruz fue reducida al mínimo.

Así se difundió en el Granma la noticia de la muerte de Celia Cruz:

"A los 78 años de edad falleció, víctima de un tumor cerebral en la ciudad norteamericana de Nueva Jersey, Celia Cruz, importante intérprete cubana, que popularizó la música de nuestro país en Estados Unidos".

Y remató: "Durante las últimas cuatro décadas se mantuvo sistemáticamente activa en las campañas contra la Revolución Cubana generadas desde Estados Unidos, por lo que fue utilizada como icono por el enclave contrarrevolucionario del Sur de la Florida", no hubo más.

El corresponsal de EL UNIVERSAL en La Habana, César González-Calero, reportó que por su reconocido anticastrismo el deceso de la salsera provocó un silencio oficial en la isla.

El noticiero de televisión de las ocho no mencionó la noticia de su muerte, reportó el corresponsal, además, la agencia cubana de noticias Prensa Latina, destacó en su encabezado que se trataba de una cantante de "origen cubano".

Pero no fue el único que minimizó el hecho, en internet, Tribuna de La Habana, presentado como "El periódico de la capital de Cuba", ciudad natal de Cruz no reprodujo la nota.

En estas condiciones también trabajaron las redacciones de los diarios online Escambray de la provincia Sancti Spíritus, Girón, diario de la provincia de Matanzas y Digital Invasor de Ciego de Avila.

Otros medios cubanos en internet como Trabajadores Online, Opciones y Juventud Rebelde también ignoraron la muerte de la cubana.

Celia Cruz emigró a EU en 1960, tras el triunfo de la revolución cubana en 1959, y no regresó nunca a la isla, donde aún le queda una hermana viva, Dolores, de 85 años, y varias primas.

Dolores dijo recientemente que vio a su hermana por última vez hace cinco años, cuando la visitó en Nueva York.

 

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