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RICARDO BROWN

Manuel Zelaya no va a revivir el género "Western."9 de julio/09

 

Hubo un tiempo en que las películas del Viejo Oeste, los “Westerns,” eran muy populares. Pero hace años que Hollywood no produce  filmes de ese género, a no ser que uno considere “Brokeback Mountain,” como un “Western.” Yo, personalmente, pienso que “Brokeback Mountain,” no debe considerarse como una obra dentro de la tradición de “Westerns.” Pero la verdad es que yo me la paso hablando y escribiendo de temas de los cuales no conozco mucho. Confieso que en esto soy igual que mucha otra gente que trabaja en el periodismo hispano en Estados Unidos. Soy muy vanidoso, narcisista si se quiere, y es mi más profundo deseo ser reconocido como un gran experto. Así que, a pesar de que no sé nada de cine,  hoy voy a escribir de los “Westerns.” Hasta hace unos días, yo pensé que ese género tendría un exitoso regreso. Me entusiasmé mucho con Manuel Zelaya, quien me parecía una nueva suerte de Gene Autry o John Wayne. Es verdad que Zelaya tiene bigote y que los actores como Autry, Wayne, y Hopalong Cassidy y Roy Rogers,  se afeitaban el rostro. Pero Zelaya, con su estatura y su enorme sombrero de ala ancha tenía cierto “look,” que yo pensaba lo proyectaría como la nueva estrella de las películas del Viejo Oeste. El bigote le daba un toque latino. En los viejos “Westerns, ”Zelaya probablemente hubiese sido uno de los malos de la película. A mi me fastidiaba mucho  que los latinos siempre eran los malos en aquellos “Westerns.” Siempre pensé que Hollywood discriminaba contra nosotros.

Pero estos son tiempos nuevos. Y ahora los latinos tenemos estrellas que ganan Oscars, y cantantes que ganan Premios Grammy con temas “crossover,” miembros del gabinete presidencial, y hasta vamos a tener una Jueza del Tribunal Supremo. Pensé que Mel Zelaya iba a ser la nueva sensación como el bueno de la película en un resurgimiento de los “Westerns.” Lamentablemente, me siento defraudado.

No me gustó nada que Mel aceptara como parte de su rol que lo sacaran de su casa en piyamas. Clint Eastwood jamás hubiera aceptado tener que hacer ese tipo de escena  en “The Good, the Bad,  and the Ugly.” Tampoco me gusta la parte esa de la película en que Mel dice que regresa a Tegucigalpa y nada. Todo fue un paripé.  Otra cosa que no me gusta es que los amigotes de Mel en esta película son todos malos.  Chávez, por ejemplo. John Ford jamás hubiera puesto al personaje que protagoniza Chávez junto al personaje que Mel supuestamente protagoniza. Mal guión. Bad casting. 

Hoy vamos a ver unas nuevas escenas de la película. Esta vez hay una suerte de “High Noon” en San José. Alguien me aseguró que la película se iba a poner mejor. Me pidió paciencia. Pero yo he perdido el entusiasmo. No me parecen muy buenos los otros actores en estas escenas de hoy. Oscar Arias es aburrido. El señor Roberto Micheletti tampoco me parece que sea un buen actor en este tipo de género. Habla mucho, mueve mucho los brazos. Debería ser un poco más callado, más pausado, más “understated,” como Eastwood.

Ahora que lo pienso, todos estos actores deberían ser más “minimalistas.” Creo que se dice así. Y si no se dice así, perdónenme. Yo no tengo idea de lo que estoy escribiendo. Ya se los dije. Es que me quiero “lucir,” como sabelotodo. Recuerden que trabajo en la televisión hispana y yo también tengo que desempeñar un papel y adaptarme a un géreno y seguir un guión. La cuestión es que Mel, Chávez, Micheletti y los demás protagonistas sobre actúan. They over-act. Aunque debo aclarar que todavía le veo esperanza a la actriz Cristina Kirchner. Me gusta mucho esa expresión suya cuando mira a la cámara y se pone seria. Y me derrite la voz de la señora. Me mata ese acento de la Patagonia.

Por último, debo mencionar a uno de los actores de reparto. Yo pensé que el canciller del gobierno interino de Honduras, Enrique Ortez Colindres, posiblemente se convertiría en el nuevo Gabby Hayes, aquel simpático actor de reparto que agregaba toques de humor a los viejos “Westerns.” Pero no me hizo ninguna gracia lo que dijo Ortez de Obama. Me pareció racista, de mal gusto y estúpido.

La verdad es que está película no es lo que yo esperaba. No pienso que marca el resurgimiento del “Western.”

Por último, una sugerencia: Que alguien le diga a Mel Zelaya que use otro tinte en el pelo y el bigote. Lo que está usando ahora parece betún de zapato. Hay que cuidar la imagen.

 

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