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RICARDO BROWN

CARMELO NECESITA IR AL MEDICO. JUEVES 18 DE AGOSTO, 2016

Carmelo se sentía mal. Se lo dijo a unos amigos que se encontró en el supermercado donde compra sus víveres. “Me mareo cuando tomo agua. Me da dolor de cabeza cuando me cepillo los dientes. Me pongo muy nervioso cuando voy a la tintorería,” le reveló Carmelo a sus amigos, Hermenegildo y Catalino.

Hermenegildo le dijo a Carmelo que debería ir a su médico, el Dr. Cartaya. “El Dr. Cartaya tiene unos hijos maravillosos. El mayor se casó con una polaca y vive en Santa Fe, Nuevo México, donde es un destacado miembro del Club Rotario. El menor estuvo en el ejército y no sirvió en Irak ni Afganistán, pero estuvo destacado en una base estadounidense en Alemania. Tienes que ir al Dr. Cartaya, Sus hijos son un encanto.“ le recomendó Hermenegildo a Carmelo.
Pero Catalino no estuvo de acuerdo. Catalino le dijo a Carmelo que su médico, el Dr. Castellanos, era mucho mejor galeno. “El Dr. Castellanos juega muy bien el golf. Y solo tiene una hija, pero que clase de muchacha. Nunca le han puesto una multa de tránsito. Y deberías ver como le ha enseñado a hablar a un periquito amarillo que le regaló su papá por su cumpleaños, “ dijo Catalino.
“Hermenegildo se indignó cuando escucho esto. “¡Eso es mentira! ¡Eso del periquito es una farsa! Lo único que le ha enseñado decir la hija del Dr. Castellanos al periquito son malas palabras y groserías. Y todo el mundo en este pueblo sabe que el Dr. Castellanos hace trampa cuando juega golf. Y lo de las multas también es falso. Esa niña maneja muy mal y la policía constantemente la detiene por infracciones a las leyes de tránsito, pero el corrupto Dr. Castellanos le paga a un “ticket clinic” para que le retiren las acusaciones, “arguyó Hermenegildo.
Catalino estalló en ira cuando escucho esto. “¡Esas son calumnias propagadas por la prensa –en este caso el American Journal of Medicine- que ha comprado el Dr. Cartaya. Quienes son unos sinvergüenzas son los hijos del Dr. Cartaya. El que se casó con la polaca hace meses que no paga la cuenta de su tarjeta Visa. Y su suegro, el padre de la polaca, era chivatón de la policía política en Cracovia. Y en el Club Rotario de Santa Fe lo detestan por que tiene mucha caspa. Y el otro, el del ejército, se come las uñas y baja pornografía en su teléfono inteligente. El Dr. Castaya es un médico terrible, “ gritó Catalino.
La discusión entre Hermenegildo y Catalino sobre quien era el mejor médico para curar los males de Carmelo fue subiendo de tono. Hablaron horrores de los abuelos de los dos galenos, dijeron cosas muy desagradables de sus mascotas, hicieron acusaciones muy graves sobre sus gustos culinarios, y emitieron crueles críticas de cómo tienen amuebladas las salas de sus casas. 
El pobre Carmelo se confundió mucho con toda esta negatividad. Regresó a su casa, tomó agua y se mareó, se cepilló los dientes y le dio un terrible dolor de cabeza y fue a la tintorería y tembló de nerviosismo. No sabía Carmelo a que médico consultar para curarse de sus dolencias.

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