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RICARDO BROWN

Hay que estar a la altura de las palmas. 28 de marzo/10

 

Se le está haciendo más difícil la represión al castrismo porque ha surgido gente muy seria entre la oposición. Es cosa seria que un humilde albañil, un negro nacido y criado dentro de la Revolución, tiene la entereza, tiene los testículos para llevar una huelga de hambre hasta las últimas consecuencias. Yo no estoy de acuerdo con las huelgas de hambre. Yo pienso que Pedro Luís Boitel y Orlando Zapata Tamayo nos hacían falta vivos, les hacían falta vivos a Cuba. Pero admiro su valentía, su espíritu de sacrificio, su rigor. Yo quisiera que Fariñas abandonara su huelga de hambre. Pero le respeto su valor y le respeto su coherencia.

Es cosa seria que unas mujeres, muchas de ellas de avanzada edad, se arriesgan a caminar por las calles habaneras a exigir la libertad de sus hombres encarcelados, la libertad de todos los cubanos, y enfrentan con coraje y dignidad a los represores que las golpean y las insultan.

Es cosa seria que jóvenes como Yoani Sánchez y Claudia Cadelo, dentro de Cuba, denuncian la realidad que vive su pueblo, y lo hacen escribiendo bien, hablando bien, con elocuencia, con dominio de las ideas y de la gramática y de los modales.

Cuba ha sufrido mucho en más de medio siglo. La lucha por su libertad no es cosa de vulgaridad ni de mal gusto ni de incultura.La libertad de Cuba la ganaron los valientes.La lucha por la libertad fue dirigida por cubanos ilustrados. Iustrados y cultos eran Carlos Manuel de Céspedes, José Martí, Ignacio Agramonte.

La libertad de Cuba la ganó gente que se preparó para la guerra armada y fue a los campos de batalla a luchar y morir. Y gente que se preparó para la guerra de las ideas. Gente que se cultivó. Gente que sabía hablar y sabía dirigir y que con su palabra motivaba y aglutinaba.

Esta es una guerra muy distinta a la de los Mambises. Esta es una guerra que no se puede librar con el machete ni la metralla. El poder del enemigo es aplastante,Esta es una guerra de ideales y de ideas, que pueden ser tan mortíferos como la metralla. Esta es una lucha que tienen que dirigir quienes se han preparado para dirigir, estudiando, leyendo, bebiendo de nuestra importante historia y cultura. Quienes pretenden ser protagonistas de la lucha por su libertad tienen que estar a la altura de Céspedes, Agramonte, Maceo, Gómez, García y Martí.

Pienso que así lo hacen las Damas de Blanco. Así lo hizo Zapata Tamayo.

Pienso que así se hizo en la Marcha de la Calle Ocho.

 

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