Blogia
RICARDO BROWN

Que triste que insulten a un muerto. (27 de febrero/10)

 

Leo en el Granma un artículo en que se dice que Orlando Zapata Tamayo era un preso común que, por conveniencia, en algún momento adoptó un perfil político.

No tengo razones para creer lo que dice el Granma sobre la supuesta hoja delictiva de Zapata Tamayo. Pero, supongamos que fue cierto, ¿no merecen un trato humanitario todos los presos?  El Granma dice que la condena original de Zapata Tamayo fue de tres años y que luego por delitos que cometió dentro de la prisión le fueron agregando penas. Si es así, ¿qué hizo? ¿A quien mató? ¡25 años!

Sobre el supuesto historial delictivo de Zapata Tamayo  -que, repito, no creo- digo esto: Malcolm X, un héroe de la izquierda internacional fue un violento delincuente común antes de convertirse al Islam y al nacionalismo negro. Jean Genet, un ícono literario de la izquierda fue un delincuente común. En ambos casos, lo que hicieron como delincuentes comunes no resta de su significado político, ideológico y, en el caso de Genet, literario.

Publican también en Cuba amplia información sobre lo que dicen son las pésimas condiciones en las prisiones estadounidenses. Y to digo esto: A los presos, comunes y políticos, se les debe tratar de una forma humanitaria. En Estados Unidos y Cuba. En donde sea. Pero es que donde murió Orlando Zapata Tamayo es en Cuba. Donde se declaró en huelga de hambre y llevó esa acción hasta las últimas consecuencias es en Cuba. Que pena que en Cuba no haya una prensa libre que investigue las condiciones en las prisiones de ese país, que traté de averiguar que es lo que llevó a Orlando Zapata Tamayo a sacrificar su vida. Aquí en Estados Unidos sobran los periodistas que hacen eso. De seguro la información y las estadísticas que usa el Granma para denunciar las condiciones en las prisiones de Estados Unidos son de esos trabajos de investigación y denuncia de periodistas estadounidenses.

El Granma, en efecto, hace lo que yo siempre he criticado de SIlvio Rodríguez. Es un cantante de protesta. Pero en sus canciones solo protesta lo que ocurre en otros países y jamás en el suyo.

Y para que quede constancia de como pienso, manifiesto esto: Me opongo a la tortura, al asesinato, al maltrato de los presos comunes y políticos donde sea, incluyendo en Estados Unidos. Me dio asco lo que ocurrió en Abu Ghraib, me parece un crimen de lesa humanidad la muerte de Victor Jara y en este año en que celebramos el centenario de la muerte del poeta Miguel Hernández condeno el presidio que sufrió y en el que murió y pienso en él y leo su obra todos los días. Pienso en su viuda y su hijito y en ese grito de dolor y denuncia de un esposo y padre encarcelado que encierra "Nanas de la Cebolla" que escribió Miguel.

Es obvio que para el régimen de La Habana quienes se le oponen no tienen una sola virtud ni derecho humano. Los cubanos que se asilaron en la embajada de Perú se fueron de Cuba a través del Exodo del Mariel eran “escoria.” Y Yoani Sánchez es una “mercenaria.” Elizardo Sánchez Santacruz es un “camaján.” Arnaldo Ochoa era un traidor y narcotraficante. En fin, todos los que no estamos de acuerdo con el régimen somos “gusanos,” no somos seres humanos, somos insectos, y por eso se justifica aplastarnos.

Que pena. Que pena que haya tanto odio. Que tragedia que alguien piense que otro ser humano es un gusano y no tiene derecho a disentir, no tiene derecho a que se respeten sus ideas, su libertad y hasta su propia vida. A mi me apena que después de muerto se sigan ensañando con Orlando Zapata Tamayo. En vida nunca le dieron la oportunidad de que explicara a sus compatriotas en la isla porque hizo lo que hizo. Ahora muerto, le dicen delincuente común, sin que pueda defenderse, sin que se le de a su madre, a sus amigos, la oportunidad de responder a los insultos en esos mismos medios.

Yo pienso que hay gusanos que se alimentan de los cadáveres. Pero nunca le diría gusano a otro ser humano. Ni siquiera a quienes atacan a Orlando Zapata Tamayo después de muerto. Pienso que el odio, los insultos, la violencia verbal nos han hecho mucho daño a los cubanos.

Lo repito, que pena.

 

0 comentarios