Blogia
RICARDO BROWN

Magic City Blues Rant II (22 de julio/09)

Yo sigo empecinado con las cosas desastrosas que pasan en Miami.

Sobre todo en relación al estadio de beísbol que van a construir para los Florida  Marlins.

A mi me gusta el beísbol.

Cuando abran el nuevo estadio, iré a los juegos.

Total.

No hay forma que se detenga la construcción del estadio.

Habrá estadio quiera o no quien sea.

Pero eso no quita el derecho al pataleo.

Pienso que es una salvajada en una de las ciudades más pobres de Estados Unidos gastarse 2.3 mil millones de dólares en un estadio de beísbol.

Ese va a ser el costo real a largo plazo del estadio.

No me parece un buen negocio.

Los políticos que aprobaron este proyecto siguen con la estúpida cantaleta de que el estadio nos convertirá en una gran ciudad.

Yo me temo que lo que ocurrirá es que el costo del estadio llevarán a la ciudad y al condado a la bancarrota.

En Nueva York, Filadelfia, Boston, Los Angeles y Cleveland gastarse el lujo de tener estadios de beísbol.

Esas ciudades gozan de economías muy fuertes y diversas.

Hay mucha gente en ciudades como esas con ingresos para poder ir a los juegos de beísbol, que cada vez son más caros.

En Miami no tenemos ese tipo de economía.

Comparemos a Miami con Boston.

En Boston hay industrias, compañías de seguros, centros de investigaciones.

Muchos centros de trabajo cuyos empleados ganan buena plata/

Hay una población que incluye a una enorme gran cantidad de profesionales y de obreros especializados que ganan buenos sueldos.

En Miami, los trabajos profesionales pagan menos sueldos.

Y la mayoría de la gente trabajadora recibe salarios muy bajos.

En Boston hay una población con los medios para ir a un juego de los Medias Rojas, llenar el estadio y gastarse plata comiendo un perro caliente y tomando una cerveza.

Creo que el costo de eso es algo así como 200 dólares por persona.

¿Y aquí en Miami?

Aquí en Miami hay mucha gente que trabaja en empleos de salario mínimo, sin seguro médico ni otros beneficios laborales.

Los Marlins en la actualidad son el equipo que menos concurrencia tiene a sus juegos.

Claro que alguien dirá que una de las razones es que el estadio Landshark, donde juegan los Marlins en la actualidad, está lejos.

Pueden decir lo que quieran.

Pero la realidad es que va muy poca gente a esos juegos porque cuesta mucho hoy en día asistir a un partido de beísbol de Grandes Ligas.

Y la calle está durísima.

Poca gente se va a quitar plata de la canasta familiar para ir a un juego de pelota.

Ojala que esté equivocado.

Ojala que me tenga que tragar mis palabras.

Pero me parece que el estadio de pelota va a ser un desastre.

Me da pena con mucha gente que conozco que está ilusionada con el estadio.

Es gente muy fanática del beísbol.

Me da pena porque sé que mucha de esa gente no podrá ir a los juegos a no ser que les regalen los boletos.

Viven en otra época.

El beísbol profesional ya no es asequible a la clase trabajadora.

Y mucho menos en una ciudad pobre como Miami.

Me fascina como los políticos dicen que el estadio va a ser financiado con los impuestos que se les cobra a los turistas.

Y que la ley impide que esos fondos cobrados a los turistas sean usados en proyectos que no sean para fortalecer el sector turístico.

Yo me pregunto:

¿Vendrán más turistas a Miami porque hay un estadio de beísbol?

En años recientes, cada vez más el turismo que viene a Miami procede de Gran Bretaña, Alemania, Francia.

¿Es el beísbol un deporte popular en esos países?

Además, ¿si lo que más urge en Miami son cosas como un sistema de transporte colectivo de Siglo XXI, viviendas para familias de ingresos moderados, mejores servicios de salud, y mejores escuelas públicas, porqué no cambian la estúpida ley que solo permite gastar plata de los impuestos a los turistas en algo tan innecesario como el estadio de los Marlins?

¿No sería mejor gastarlos 2.3 mil millones de dólares en cosas que verdaderamente mejoren la calidad de vida de los residentes de Miami?

¿No eso comparable a un padre de familia cuyos hijos pasan hambre y viven en una casucha insalubre y le dan un millón de dólares pero le dicen que no puede gastarlos en alimentar o dar un techo adecuado a sus hijos?

¿No es similar a que le digan a ese padre de familia que solos se puede gastar el millón de dólares en comprar relojes suizos y anillos de diamante?

Yo pienso que tal vez lo que hay que hacer es cambiar el sistema de recaudación y gasto de impuestos.

Pienso que lo que hay que hacer es cambiar a los políticos de Miami.

 

 

 

0 comentarios