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RICARDO BROWN

CHAVEZ Y URIBE

 

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Supongo que es que no se puede manejar la política de estado como si fueran relaciones personales. Pero, caramba, que paciencia tiene Alvaro Uribe, ¿no?

Chávez lo insultó. Le dijo lacayo, cachorro del imperialismo, le dijo no se qué. Solo le faltó mentarle la madre. Y ahora se reúnen Chávez y Uribe y hacen las paces y dicen que voltean la página.

Si estas fueran cosas entre vecinos o compañeros de trabajo, la cosa hubiera terminado en una broinca a puñetazos o al menos en que estas dos personas jamás se dirigieran la palabra. Pero, bueno, los jefes de estado tienen que poner los intereses de sus países por encima del orgullo personal.

¿Y qué de toda la información que supuestamente se encontró en las computadoras de Raúl Reyes? ¿Cómo queda eso? ¿Hay borrón y cuenta nueva? ¿Cree ahora Uribe que Raúl Reyes escribió un montón de mentiras sobre la plata que supuestamente las FARC entregaron a Chávez cuando estaba formando su Movimiento Bolivariano y sobre los 500 millones de dólares que Chávez supuestamente ofreció a las FARC? ¿O será que Chávez admitió que intervino en los asuntos internos de Colombia, apoyando a un grupo terrorista? ¿Cómo es que se resolvió entre Uribe y Chávez todo este tema del apoyo de Chávez a las FARC?

¿Será que Uribe le dijo, “Te tengo agarrado y te exijo que desistas de estar jodiendo. Pero si dejas de joder estoy dispuesto a dejar pasar lo que ocurrió.”?

Yo, por mi parte, me alegro que no haya habido un conflicto bélico entre Colombia y Venezuela. Reconozco que es mejor que los países vecinos se lleven bien. Sobre todo cuando se trata de naciones como Colombia y Venezuela que tienen tan estrechos vínculos históricos, culturales y, sobre todo, comerciales. Pienso que pesó mucho eso en esta decisión de Uribe y Chávez de voltear la página. El enorme comercio fronterizo. Cientos de miles de empleos en Colombia dependen del comercio con Venezuela. Y a Venezuela, cuya capacidad productiva está por el piso, le hacen falta las exportaciones colombianas, sobre todo los alimentos.

Y hablando de que las relaciones a nivel de estado no son como las relaciones de familia, o vecinos o compañeros de trabajo, ¿no hay en el gobierno venezolano quien le diga a Chávez que se controle esa lengua viperina suya? Se la pasa insultando. Le ha dicho horrores a Condoleeza Rice. Yo no veo como una persona que se describe como “bolivariano” insulta así a una mujer. Bolivar era un caballero. Jamás, que sepa yo, insultó a una mujer.

Y claro que Chávez insulta a larga distancia. Cuando tiene a la gente frente a él se traga los insultos  Le dijo todo tipo de improperios a la Canciller de Alemania, Angela Merkel, estando ella en Berlín y él en Caracas. Pero cuando se encontró con la Merkel, pidió disculpas y se desvivió en elogios y hasta piropos. ¿Y qué me dicen de la bronca con el Rey Juan Carlos? Caray, el Rey lo mandó a callar. Y Chávez no dijo ni pío teniendo al Rey de frente. Ahora, cuando hubo distancia entre el Monarca y él, la emprendió a insultos.

Lo mismo ocurrió en aquella Cumbre del Grupo de Río que se celebró en Santo Domingo. Chávez se había pasado días enteros desbarrando contra Uribe. Pero cuando tuvo a Uribe de frente, fue todo dulzura. Abrazos, palmaditas en la espalda. Lo único que faltó fue un beso de lengua.

¿Cómo actuaría Chávez si se encuentra con Bush en un ascensor? ¿ Le volvería a decir “diablo.”? ¿Le diría que apesta a azufre, como gritó aquella vez formó un escándalo en la Onu en Nueva York?

Sábado 12 de julio de 2008

 

 

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